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¡Lee el versículo y subraya tus frases favoritas!

“Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; mi gloria, y el que levanta mi cabeza. Con mi voz clamé a Jehová, y él me respondió desde su monte santo. Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba”.

Los días se me hacen eternos y no encuentro descanso. Busco ayuda y no la encuentro, trato de dormir para no pensar y no concilio el sueño, me siento frustrado y angustiado, estoy preso en mis pensamientos de desánimo y he perdido la confianza en mí mismo, ya no sé qué más hacer.

Por un momento pienso: “¿Saldré algún día de esta frustración y angustia que embargan mi alma? Son tantas las situaciones que estoy enfrentando, que no sé por dónde empezar ni qué decisiones tomar; las deudas me persiguen, la vergüenza me atormenta, la culpa me acosa mientras miro a los que más amo, y cuando intento levantarme, el temor me recuerda mis malas decisiones y me paraliza tan solo la idea de volver a equivocarme, el estrés se vuelve como un veneno en mi mente y en mi cuerpo, nada me sale bien y definitivamente no sé qué hacer”.

¿Alguna vez te sentiste así? Muchos de estos pensamientos y sentimientos son comunes en el diario vivir de los seres humanos, a tal punto que muchos buscan la manera de aprender a vivir con ello, porque piensan que no hay solución que los pueda ayudar y que jamás podrán superar estos traumas y temores.

Quiero que sepas que mientras muchos intentan reducir el consumo de la cafeína, descargar aplicaciones para conciliar el sueño, tomar sedantes, poner música relajante, y hacer todo el ritual necesario para descansar; otros toman una decisión más acertada, la decisión de acercarse a quien puede darnos un regalo muy preciado: la paz de Dios.

En la pelea de la vida, eventualmente caemos y somos heridos, o también damos buenos golpes y triunfamos. Lo que verdaderamente importa es que, en cualquiera de las dos situaciones, tomar el consejo de Dios te llevará a conocer y experimentar su amor y protección, tal como lo describe el salmo. Entonces, cuando no puedas levantar tu cabeza, Él te levantará, renovando tus fuerzas, y cuando triunfes, celebrarás en los brazos del Padre sabiendo que Él te dio la sabiduría y el sustento para ganar esta lucha.

Recuerda que todo tiene que ver con las nuevas decisiones que tomes porque tanto el éxito como el fracaso pueden derrumbar tu vida si tu refugio y tu paz no viene de Dios.

Escrito por: Fernando Palacios

1. Busca en las redes sociales a alguien a quien le puedas compartir este devocional y ora por esa persona para que experimente la cobertura del padre, su amor y protección.

2. Si necesitas a alguien con quien conversar busca una persona confiable y de buen testimonio, que comparta la fe contigo y que te aconseje desde la sabiduría de Dios, cuéntale tu situación y verás como a través de esa persona Dios te dará mayor dirección.

3. Haz una lista de tus temores y otra lista de cómo vences esos temores, y cita versículos bíblicos que te ayuden en la reflexión.

4. Cuando esto haya sucedido, dale gracias públicamente en redes sociales a tu amigo para que muchos sepan que, a través de un buen amigo, Dios también puede hablarnos.

5. Queremos saber cómo te fue con la actividad. Sube una historia en instagram contándonos tu experiencia y etiquétanos: @icasadefe

Sin Dios, nada tiene sentido, pero con Él todo recobra vida y tiene un nuevo color y aroma.

Te invito a que te acerques a tu Padre, confiando plenamente en que en Él encontrarás el descanso que tu espíritu, alma y cuerpo necesitan.

Solo una conversación sincera y profunda con tu creador traerá la paz que tus pensamientos y todo tu ser te piden.

Ve a tu habitación y háblale a Dios de todos tus temores, desahógate con Él y serás lleno de su amor.

Es Dios quien nos saca del hoyo de la desesperación, levanta nuestra cabeza y eleva nuestra autoestima para volver a empezar con nuevas fuerzas un día más, una mañana diferente y con alegría.