1. Aliméntate bien.- Un cuerpo que se mantiene alimentado de manera adecuada, libre de alimentos procesados, de comida enlatada, libre de grasas saturadas (frituras, snacks empaquetados) estará potenciando su sistema inmunológico para afrontar mejor cualquier situación. Revisemos lo que dice 3 juan 1:2 (NTV).
Mantener un cuerpo hidratado, aportándole variedad de alimentos naturales día a día previene enfermedades. (Éxodo 23:25)
La mejor forma para afrontar hoy cualquier situación (estrés, enfermedades, reducir el riesgo de mortalidad a largo plazo) es manteniendo una alimentación equilibrada. Nuestro cuerpo no ha sido diseñado para estresarse en la alimentación. Es decir, el cuerpo no está diseñado para que sufra, omitiendo comidas sin justificación, simplemente por querer buscar una forma física o un objetivo en particular; esto lo perjudica, puede desarrollar alteraciones de salud (gastritis, colitis, pacientes diabéticos bajas de azúcar en sangre (hipoglucemias), mal humor, debilidad.
El cuerpo trabaja en equilibrio, en la variedad, para mantenerse saciado, y con una alimentación completa. (Eclesiastés 10:17 PDT) (1 Corintios 6:19-20)
Si estás intentando mejorar tu condición, no es necesario que las demás personas sepan que estás en un proceso, así se te hará más fácil lograr resultados. (Proverbios 23:2-3)
2. Reposo y mente positiva.- El cuerpo no solo necesita buena alimentación, es más importante, la recuperación. Es tan importante recibir nutrientes adecuados, así también, como recuperar sus células.
El cuerpo necesita 8 horas para regeneración celular (replicación adecuada del ADN, el material genético). Es decir, algo conocido como reloj biológico, ritmo circadiano que comienza aproximadamente a las 20:00, cuando comienza a repararse nuestro material genético, a generar recuperación ante todos los desgastes diarios.
Es necesario que nosotros comamos temprano y podamos descansar temprano al menos 8 horas para esta recuperación, para mantener así nuestro cuerpo sano, nuestra mente activa, y nuestro sistema inmunológico fuerte. (Salmos 127 1:2)
No es adecuado llevar trabajo a casa todo el tiempo, es mejor disfrutar de la famili o de quien espera en casa: la familia, una mascota… Recuerda: Nuestro cuerpo no está diseñado para desgastarse. (Eclesiastés 4:6)
Dios nos quiere saludables, pero no olvides que quiere que disfrutemos más de su presencia, de su caminar. (1 Timoteo 4:7-8)
3. Ejercicio.- Cuando queremos alcanzar un objetivo físico, ejemplo, definición, ganancia muscular, mantenimiento de peso; se necesita disciplina. Debemos organizar nuestros días con base en nuestro objetivo. Es decir, nos alejamos de situaciones que ponen en riesgo nuestra preparación, nuestro esfuerzo, para alcanzar determinados objetivo. Esforcémonos y alcanzaremos la victoria.
No podemos olvidar que tenemos un cuerpo con límites, cuando llega a su capacidad máxima, este decide darnos advertencias o reacciona para que nosotros podamos reaccionar y no lastimarlos, pero lamentablemente no siempre sabemos escucharlo, y terminamos afectándolo. Tengamos cuidado y recordemos que en la vida debemos aprender a tener un balance correcto y cuidar así lo que Dios nos ha regalado. (Proverbios 23:20-21 TLA)
Escrito por: Bruno Sánchez D.
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