¡Lee el versículo y subraya tus frases favoritas!
“Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán para que tu pie no tropiece en piedra”.
¿Eres o pareces? Planteo hoy esta pregunta en un tono enérgico, pues las situaciones que nos rodean no dejan tiempo para vacilaciones… La vida nos presenta una inédita encrucijada: aprovechamos los días o los triunfos -simplemente- se escaparán como lo hace la arena en una mano abierta.
En el pasaje que acabas de leer, el salmista detalla algunas destacadas promesas y bendiciones. Pero ten cuidado, no son para cualquiera. Están dirigidas exclusivamente para aquellos que han decidido habitar, residir, vivir considerando el consejo de Dios en todas las áreas de su vida. No son adjudicables para quienes solo imaginan que habitan con Dios, para los que parecen ser, pero realmente no son.
Ahora, si eres de aquellos que aún no pones todos sus planes y proyectos en las manos de Dios, teniendo en cuenta que la voluntad del cielo es mejor que la nuestra, entonces es tiempo de que tomes una decisión. Nunca antes fue un momento tan crucial. El Rey del Universo, tu Padre, tu Salvador está listo para brindarte sendas con olor a satisfacción, ese olor fragante, muy distinto al que percibimos en las derrotas.
Si tu decisión es entregar todo a Él, dejando que Él te dirija a pesar de que tus deseos son otros, pondrás de tu lado a un guerrero que peleará por ti cada una de tus batallas. ¿Notas el beneficio de dejar de parecer y empezar a ser? Si aún no lo ves con claridad, vuelve -por favor- al inicio de este devocional y lee con mucho cuidado y en voz audible el pasaje bíblico escogido para este día. Hazlo ahora.
Una vez que lo leíste, debo advertirte de algo muy importante: esta y otras promesas similares no deben de ser entendidas de una manera absoluta, como si nunca ningún buen hombre pudiera ser tocado por las plagas de la vida. No es así. La diferencia está en que aquellos que habitan con Dios, comprenden que siempre el resultado de dichas experiencias tiene un sabor a ganancia, un fin, un propósito. No será malo. No hay sensación de vacío para quienes tienen al Señor como fiel aliado.
Tu título de hijo de Dios, de aquellos que atienden y obedecen, te acredita como protegido especial ante los peligros de la vida. La orden del cielo ha sido dada: “… A sus ángeles mandará”. Es una orden, no es una mera indicación. Desde hoy, no te sorprendas si al finalizar el día, el resultado del camino recorrido fue distinto al que planeaste, solo siéntate, respira y recuerda que la mejor decisión de este tiempo ha sido eliminar todo vestigio de una falsa identidad.
Escrito por: Carlos Galecio S.
1. ¿En qué momentos de tu vida te cuesta identificarte como un verdadero hijo de Dios? ¿Tienes grupos sociales donde aún se te dificulta comportarte como un cristiano real?
2. ¿Puedes esforzarte un poco más para mantener tu identidad más allá de las tentaciones de la vida? ¿Qué estás dispuesto a sacrificar para conseguirlo?
3. ¡Comparte este devocional con más personas! Será de mucha bendición para la vida de alguien más.
4. Queremos saber cómo te fue con la actividad. Sube una historia en Instagram contándonos tu experiencia y etiquétanos: @icasadefe
Dios está interesado en ayudarte a alcanzar las mayores victorias, a entregarte cada una de sus promesas y que sean una realidad en tu vida.
Todos debemos trabajar más en nuestras áreas débiles, pero sobre todo, necesitamos ponerlas delante de Dios para que nos fortalezca. Nosotros hacemos una parte del trabajo, Él va más allá de nuestras limitaciones.