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¡Lee el versículo y subraya tus frases favoritas!

10 Y los hijos de Israel acamparon en Gilgal, y celebraron la pascua a los catorce días del mes, por la tarde, en los llanos de Jericó. 11 Al otro día de la pascua comieron del fruto de la tierra, los panes sin levadura, y en el mismo día espigas nuevas tostadas. 12 Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.

Dios siempre se ha caracterizado por ser un Padre que se preocupa por suplir las necesidades de sus hijos. En estos versículos vemos cómo después de más de 40 años supliéndole a su pueblo de maná del cielo, carne entregada por “delivery” de cuervos y agua que brotaba  de las rocas, comienzan los israelitas a comer del fruto de la tierra prometida.

Suplir no siempre significa dar todo listo y preparado para el consumo, al inicio puede ser así, pero luego puede significar incomodarnos o desafiarnos un poco para darnos cuenta de que Él ya nos dio la victoria y que ahora nosotros debemos esforzarnos por hacerla real en nuestra vida.

Por un momento analicemos al águila, cuando ella va a poner sus huevos, arma un nido en lo más alto de los despeñaderos en las cumbres de las montañas. Desde el inicio entreteje el nido con ramas de arbustos espinosos a fin de formar un lugar firme y estable. Antes de colocar los huevos, mamá águila se arranca las plumas más suaves de su pecho para así preparar el nido más cómodo para sus polluelos.

No obstante, llega el momento en donde la mamá águila sabe que sus polluelos deben aprender a volar y a defenderse por sí mismos y comienza a hacer del nido un lugar incómodo. Comienza a lanzar al abismo las plumas que recubrían el nido, ahora quedan expuestas las espinas punzantes y los polluelos comienzan a experimentar la incomodidad y muchas veces el dolor. En ese momento los polluelos no entienden la situación, pero mamá águila tiene un plan, ella ha convertido el nido en un lugar incómodo con el único objetivo de desafiar a sus polluelos a salir de allí, aprender a volar y gozar de una mayor libertad.

En estos tiempos postcrisis, que poco a poco vamos reactivándonos y conviviendo en esta ‘nueva normalidad’, puedes sentirte incómodo. Ya no estamos en tiempos de cuarentena, ahora tienes que salir a producir, a trabajar, ingeniártelas por el futuro de tu familia y el tuyo propio.

¡Ten Paz! Dios te protege de cualquier situación que puedas atravesar, algunas no son tan cómodas, pero recuerda, Dios SIEMPRE tiene un plan y todo ayuda para bien. Estoy seguro de que tu situación actual no será tu realidad eterna, es solo una catapulta al propósito que Dios tiene planeado para tu vida, que es mejor de lo que te puedes imaginar.

Sal del nido y descubre toda la libertad que puedes tener en el Padre; los cielos abiertos y las promesas eternas que en su palabra están escritas para ti.

Recuerda las palabras de Jesús “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” (Juan 6:35). Jesús está al alcance de una oración y Él quiere convertirse en lo más importante en tu vida para suplir todas tus necesidades y convertirte en la mejor versión de ti mismo. Con Él nunca más tendrás ni hambre, ni sed.

 

Escrito por: Jorge Delgado V.

1. ¿Qué áreas en tu vida están cambiando luego de esta reactivación? ¿Cuáles de estos cambios te están causando una sensación de incertidumbre? Identifícalas, anótalas y en oración preséntalas a Dios, estoy seguro de que Él tiene una respuesta para cada una de ellas.

2. Te desafío a leer su palabra, estoy seguro de que en ella Dios te recordará sus promesas. Aférrate a ellas y vive confiado.

3. ¡Comparte este devocional con más personas! Será de mucha bendición.

No pierdas la paz, ni el gozo, ten ánimo porque Él tiene un plan y hará que todo obre para tu bien.

Él tiene pensamientos mayores a los nuestros y estoy seguro de que si tienes paciencia verás venir los mejores días para tu vida de su mano.