No podemos permitir que las sombras del pasado y las malas noticias del día a día nos hagan olvidar de dónde proviene todo lo bueno que tenemos y cuan afortunados somos.

El problema es que nos enfocamos en el faltante y no en lo ya obtenido y logrado, gracias a aquel que nos sustenta; que incluso no duerme para corregirnos y aconsejarnos en las noches con nuevas ideas. Tenemos a un Padre bueno que en las mañanas nos muestra su misericordia dándonos una nueva oportunidad de vida.

¿Acaso no te ha sucedido que cuando te vas a dormir con una situación que no sabes cómo resolver, lo mantienes en tus pensamientos y en la mañana siguiente cuando despiertas, ya tienes la solución?

Pues, una vez más ha sido Dios, aconsejándote por las noches para que puedas alcanzar el futuro que tanto deseas.

Un punto importante en esta enseñanza es que debemos colocar delante nuestro como estandarte sus enseñanzas, porque si hacemos conforme está escrito en la Palabra de Dios, entonces todo lo que emprendamos prosperará y así viviremos con gozo y paz sabiendo que Él sustenta nuestra vida y nada nos faltará.